A inicios de la época el Centro para la Promoción de las Exportaciones y la Inversión (CENPRO) era el ente encargado de promover las exportaciones en el país, para esto el interesado debía tramitar ante el Banco Central de Costa Rica (BCCR) una licencia de exportación, presentar trámites ante diferentes entidades todas ubicadas en distintas oficinas en la meseta central del país y finalmente presentar la Declaración de Exportación en la aduana de salida de las mercancías generando gastos económicos y de tiempo.

Con el objetivo de facilitar este proceso surge una iniciativa para que CENPRO y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) realicen un estudio la tramitología asociada al comercio exterior de la época del cual se deriva la creación de una Ventanilla Única de Exportaciones la cual facilite los trámites de exportación.

Para esto, se presentó el proyecto de la Ventanilla Única de Exportaciones primero a la Presidencia de la República y luego al Programa PLE-480 en búsqueda de financiamiento, y es este último el que autoriza un total de 6.8 millones de colones.

Lo anterior permitió el inicio de operaciones de la primer Ventanilla Única de Costa Rica (Ventanilla Única de Exportaciones) en la cual se tramitaban la Licencia de Exportación emitida por el BCCR, los permisos ante las instituciones involucradas, los Certificados de Origen para los Sistemas Generalizados de Preferencias y para la Iniciativa para la Cuenca del Caribe. En los años posteriores, se logró la unificación de los procesos antes mencionados, mediante el Formulario Único de Exportación y se creó el Permiso Provisional de Embarque.

En 1989 se lleva a cabo la apertura de una oficina de la Ventanilla Única de Exportaciones en el Aeropuerto Juan Santamaría y posteriormente la apertura de la Oficina de Limón.

Dentro de los hitos que se realizaron en esta época se encuentra la apertura de las oficinas de la Ventanilla Única de Exportaciones en Caldera, Paso Canoas y Peñas Blancas, estas ubicadas en puntos estratégicos del país con el objetivo de descentralizar el servicio. De igual manera, se hicieron mejoras al Formulario Único de Exportación para hacer los trámites más sencillos, ahorrar costos y tiempos. Sin embargo, aun cuando las oficinas representaban la Ventanilla Única este esquema no había sido constituido por ley.

Para este período si bien los trámites ya estaban centralizados los mismos se continuaban haciendo de forma 100% manual y mediante el uso del papel.

Durante este período la legislación que regulaba el sector no estaba actualizada por lo que se planteó la necesidad de reformular el modelo con el que se venía trabajando, es ahí donde en el año 1996 entra en vigor la Ley 7638, con la cual se crea el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) y la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER). En el artículo 8, inciso c de esta ley, establece el marco legal, y transforma la Ventanilla Única de Exportaciones en la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) contemplando no solo procesos de exportación, sino también de importación.

Posteriormente, se llevaron a cabo transformaciones en los trámites de la VUCE, entre ellos: se crea el Formulario de la Declaración Aduanera de Exportación (DAE), se modificó el formato del Permiso Provisional de Embarque y se unificó los formularios de todos permisos de importación-exportación en un único formato llamado Formulario de Autorización de Desalmacenaje (FAD). De igual manera, se abre paso a la primera versión del Sistema para la confección de las Declaraciones Aduaneras de Exportación (DAE) y los Formularios de Autorización de Desalmacenaje (FAD) de forma digitalizada, esto se logró mediante un sistema que debía instalarse en la computadora de los usuarios.

Durante esta etapa se implementa la plataforma SIVUCE 1. Dicha plataforma incluía las siguientes funcionalidades en línea: trámite de Registro de Exportador, Declaraciones Aduaneras de Exportación (DAE) y Notas Técnicas en Línea para el trámite de los FADs.

Luego, en el 2005 la Dirección General de Aduanas (DGA) inició la implementación del Sistema TICA para el Régimen de Importación, este introducía la transmisión electrónica de la Declaración Aduanera y los permisos emitidos por las instituciones. Lo anterior, requirió realizar ajustes en la plataforma SIVUCE 1 para que los permisos autorizados y la información del Registro de Exportador se transmitieran electrónicamente al sistema TICA. Uno de los cambios sustanciales que se aplicó en la tramitología aduanera durante esta época fue la transmisión electrónica de datos en lugar de la presentación de documentación física como se realizaba anteriormente.

Durante este período se implementa el Sistema TICA ahora para el Régimen de Exportación, esto implicó otro reto para la VUCE de Costa Rica ya que se eliminó el uso de la DAE y en su lugar debió crearse un nuevo sistema llamado SIVUCE TICA que permitiría a los usuarios confeccionar el nuevo formato de la Declaración Única Aduanera (en adelante DUA) y realizar la transmisión de forma electrónica al Sistema TICA.

Con las nuevas tecnologías, la VUCE concluye que la versión existente era muy limitada ya que no permitía una serie de servicios como pagos electrónicos, firma digital, entre otros. Ante esto se plantea un nuevo proyecto para desarrollar un nuevo sistema de Ventanilla Única de Comercio Exterior llamado VUCE 2.0, que incluyera todos los trámites de comercio exterior en una sola plataforma y permitiera incorporar servicios como pago electrónico, firma digital, aprobaciones automáticas, interoperabilidad nacional e internacional, entre otros.

Mediante el Decreto Ejecutivo No. 36651-COMEX se asignan nuevas funciones a la VUCE de Costa Rica, se establece que dentro de esta constituirá una unidad técnica idónea para dar gestión a las solicitudes de verificación y certificación de origen de las mercancías establecida en los Tratados de Libre Comercio suscritos por Costa Rica, que requieren un esquema de certificación controlada.

Durante este periodo de igual manera se realiza la gestión para obtener el financiamiento para el desarrollo del sistema VUCE 2.0, el cual se concretó mediante el Banco Interamericano de Desarrollo. Esto permite que inicie el proceso de desarrollo del software sistema VUCE 2.0, el cual se puso en marcha para el uso de los operadores de comercio exterior en el año 2014 iniciando con el módulo de Registro Único de Exportadores, el módulo para la gestión de las Declaraciones Aduaneras de Exportación y Tránsito, ambos como plan piloto que permitiría realizar pruebas de la plataforma.

Posterior a la puesta en marcha del primer plan piloto se derivan ajustes y una vez resueltos se implementa el Módulo de Notas Técnicas, con un grupo inicial de Permisos de Exportación enfocado en la exportación de productos agrícolas como piña y café (NT 265 y 80).

Los años posteriores al 2014, la VUCE continúo trabajando en la implementación progresiva de los procesos en la plataforma VUCE versión 2.0, tales como las demás notas técnicas (LPCO), registros de exportador ante otras entidades participantes del comercio exterior como la Dirección de Cuarentena Animal del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), Asociación Nacional de la Industria Textil (ANEIT), entre otros.

Entre otros proyectos ejecutados por la VUCE durante este periodo, en el año 2019 se dieron los primeros pasos para interoperar los certificados fitosanitarios de exportación mediante la iniciativa ePhyto de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF). En junio del 2020, la iniciativa entró en marcha permitiendo el intercambio de ePhyto con Argentina, Chile y Estados Unidos. En el año 2022, se incluyeron nuevos e importantes destinos como Panamá, Guatemala y la Unión Europea. Este proyecto fue desarrollado siguiendo el modelo de datos de la CEFACT y actualmente beneficia a más de 100 mil exportadores mediante la transmisión electrónica de este certificado requisito de las exportaciones de origen vegetal como la fruta fresca.

Para el cierre de este periodo, la VUCE inicia una nueva etapa de definición estratégica a largo plazo y considerando el desarrollo de nuevas funcionalidades con el fin de apegarse a recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de Aduanas.